Noche olvidable, aburrida y preocupante. El Rojo igualó ante Banfield 0 a 0 jugando mal, sin que se le caiga una idea de juego pese a que jugó desde los 14′ de la primera etapa con un hombre más por la expulsión de Coronel en Banfield.
Se repartieron puntos. Por momentos hubiera sido justo que pierdan los dos por lo poco que mostraron. En el caso del Taladro más justificado por el hombre de menos.
El equipo de Stilitano involuciona, cada fecha muestra una imagen más preocupante. Frente a Banfield no generó peligro en todo el partido, apenas califica una de Cauteruccio en el segundo tiempo que se fue desviada. Una pobreza absoluta.
Cuando tiene la pelota no supo que hacer ante un Banfield limitadísimo, pero ordenado y que tuvo sacrificio.
El Rojo es un equipo previsible, sin desequilibrio, sin conexiones ni sociedades. Para peor, defensivamente no da ninguna garantía.
Ya van cinco fechas de un equipo que aún no se encuentra, que apenas lleva cuatro partidos sin ganar con dos empates y dos derrotas. Muy poco para un equipo con aspiraciones de al menos entrar en la Copa Sudamericana. Muy lejos, nuevamente, de la historia del club.
