Fue 1-1 por la cabeza de Lomónaco y la vigencia de Marco Ruben. Cerca del final, Herrera no vio una clara mano en el área local.
La polémica se quedó con la escena en el 1 a 1 de estreno entre Arsenal y Rosario Central. Porque lejos había quedado el tanto de Lomónaco en la primera etapa tras una distracción de Báez y Servio. Ya había pasado el empate del interminable Marco Ruben tras un centro de Vecchio.
Esa intensidad del arranque se había esfumado hasta que en la segunda etapa todo Rosario Central estalló.
Primero por un gol anulado a Ruben, en el que la posición de Lucas Gamba Justo en la línea rumbo al arco pudo molestar a Axel Werner. Incluso el Kily Gonzalez se contuvo a la hora de los reclamos.
Pero cerca del cierre, en una de las pocas excursiones de Damián Martínez al ataque, el envío del lateral visitante dio de lleno en el brazo de Goñi, quien no tuvo tiempo de correrse pero que también fue a la disputa de la pelota consciente de que su mano estaba en un lugar indebido. Fue penal. Herrera no lo sancionó.
Arsenal, en ensamblaje aun con los 15 refuerzos que llegaron para Leo Madelón, tuvo buenos 45 minutos en los que Lomónaco fue su pivot, su hombre de ataque como referencia y también la única carta de peligro. Demasiado repetitivo., se apagó tras el empate. Un Arsenal renovado, que necesitará tiempo para ensamblar sus piezas y que intentará sumar muchos puntos para no sufrir riesgos de descenso.
Y Central, con todas las certezas en Vecchio y Ruben (poquito de Montoya) sufrió en cada pelota aérea y en la poca coordinación de su nueva zaga central con Servio. Le faltó algo más, un plus. Como en 2021, aunque esta vez el arbitraje le jugó en contra.