Dejó la función pública pero nunca dejó la militancia. Afirma que la UCR renunció a sus principios y dice que los jóvenes radicales “deben crear algo nuevo” o sumarse “a otros espacios populares”. Siempre fiel a los ideales de Alfonsín y de Yrigoyen, elogia la reacción del gobierno nacional ante la pandemia. Al frente de su propio partido –“Cambio Popular”- y más serio que nunca, Eugenio “Nito” Artaza también habla de teatro. “Trataremos de que la gente no pierda el hábito de ir”, dice aludiendo a las dificultades que causa la pandemia. Y en una charla muy abierta, pide que haya temporada teatral “en todo el país”.
Por: NICOLÁS AVELLANEDA
El actor, humorista y productor teatral se presta al diálogo sin condiciones. Ni pregunta de antemano –como suelen hacer muchos otros- “de qué vamos a hablar”. Ex senador nacional por Corrientes, su provincia, Nito Artaza sigue siendo un hombre de la política que da respuestas directas a preguntas concretas y que, sin faltarle el respeto a nadie, dice todo lo que piensa. Como, por ejemplo, lo que piensa respecto de la actuación del gobierno nacional ante la pandemia.
“Todos los gobiernos del mundo se encontraron con esta dificultad enorme que fue la pandemia, lo que obligó a todos, seguramente, a reasignar los presupuestos, a postergar los proyectos que había, a modificar programas y a interrumpir las gestiones de gobierno. Todo a raíz de esta verdadera tragedia mundial. Y en el caso de la Argentina, ya venía de dificultades producidas por el gran endeudamiento que generó el gobierno anterior; con fuga de capitales, con un gran descuido en la agenda de los trabajadores…Así que esto de la pandemia fue fatal. Por eso creo que es admirable cómo, a pesar de tantas dificultades, se pudo crear el IFE que llegó a nueve millones de personas; los ATP para que tantas empresas pudieran mantener el empleo; ampliar la tarjeta alimentaria, la reprogramación de los pagos de las tarjetas de crédito que benefició principalmente a la clase media –esto más allá de que los bancos no han estado a la altura de las circunstancias, pues siguen cobrando intereses altísimos”.
Y en la misma línea de pensamiento, agrega: “El gobierno se encontró con este caos que nadie esperaba y pudo enfrentarlo, y eso hay que reconocerlo. Así que creo que la Argentina se va a recomponer, tiene un potencial enorme. En lo personal creo que el gobierno puso al hombre en el centro de todo y se planteó ocuparse, primero, del ser humano, y recién después preocuparse por la economía. Y eso es muy importante, porque lo primero era salvar la salud. Para hacer eso se necesitaba la presencia de un estado medianamente fuerte, con una regulación razonable para acudir primero a los que menos tienen. Y eso es lo que se ha hecho: primero se asistió a los que estaban más desprotegidos, más vulnerables”.
De pronto y cambiando de tema, el ex senador nacional correntino siente la necesidad de dar una explicación: “Hay algo que quiero aclarar: yo he sido de la UCR. Por supuesto que soy radical, que tengo mi identidad radical. Pero para mí el radicalismo es como un gran amor que tuve, pero que un día se fue con otro. Del radicalismo me queda ese recuerdo hermoso de la Reforma Universitaria, de la democracia para siempre, del Artículo 14 Bis de la Constitución, de la bisagra que representó la vigencia de los derechos humanos en nuestro país… Pero, aunque el radicalismo se mantenga, que se va a mantener, la UCR que conocimos, ya no es tal, ya no existe más. El Partido Radical se apartó de sus principios al acompañar a Macri con políticas que están muy lejos de los principios del partido”.
Surge así otro interrogante: ¿Qué creen otros radicales acerca del futuro de su partido? Y Nito es muy claro: “Cuando hablo con quienes siguen acompañando al Pro, veo que algunos de ellos aún tienen la esperanza –bueno, yo también la tenía- de que el partido, en alguna Convención, pueda reparar el daño que se hizo a sí mismo, y por supuesto también a la Nación. Pero de esas cosas no se vuelve: el radicalismo acompañó la decisión de poner al presidente de la Shell holando-británica para que manejara el petróleo de Argentina (Juan José Aranguren); justamente el radicalismo, que era Mosconi y la creación del YPF. El partido acompañó, incluso, políticas de gatillo fácil. Y hoy está del lado de los sectores reaccionarios…Algunos tienen la esperanza de que la UCR vuelva a recuperar el rumbo anterior, pero yo creo que ya no puede”.
Nito recurre a la historia y alude sin citarlo al famoso dicho de Leandro Alem sobre el partido: “Que se rompa pero que no se doble”: “A lo largo de su historia, el partido ha tenido sus quiebres. Porque de la UCR madre surgieron la Unión Cívica Radical del Pueblo, la Unión Cívica Radical Intransigente… Pero el espíritu, los principios, nunca se habían desechado ni quebrado. Y te doy un ejemplo: antes, las internas eran entre Balbín y Alfonsín, Balbín y Alende o Balbín y Frondizi. O la última, Alfonsín y Cobos. Pero hoy el radicalismo está inmerso en una interna en la cual se pelean por demostrar quiénes son más macristas y quiénes, más larretistas”. Artaza retorna a la Convención de Gualeguaychú, en la cual triunfó finalmente la posición del sector que ya había decidido subordinarse a los deseos del macrismo. “Hoy somos el furgón de cola de un proyecto del Pro que nada tiene que ver con el partido; la UCR se ha mimetizado con el macrismo, tal como lo habíamos advertido en Gualeguaychú. Y te recuerdo que quienes nos retiramos del partido en esa Convención lo hicimos anunciando que la UCR iba a desaparecer detrás de un frente que veíamos incompatible con las ideas del radicalismo”.
¿Entonces, Nito, qué les queda a los verdaderos radicales? “Pienso que se creará otro espacio. Pero ese espacio ya no se llamará Unión Cívica Radical. Hay jóvenes de Franja Morada, intendentes y gobernadores que pueden crear otra cosa. Ahora, con esta UCR de hoy, yo no puedo convocar a la gente para que siga al radicalismo. ¿Voy a pedirles que sigan al radicalismo de la Alianza que tuvo a Cavallo? ¿Sigamos al radicalismo al que le va a costar años despegarse de Macri? Este de hoy ya no es el radicalismo. Los jóvenes deben militar para construir algo nuevo, o sumarse a otros espacios populares. Yo no entiendo a esos que hoy acompañan a (José Luis) Espert, o a (Javier) Milei. ¿Qué tienen que ver éstos con el radicalismo? Si representan a sectores reaccionarios que acompañaron a personas armadas a hacer reclamos salariales, como lo hizo Espert. Y creo que esto es el colmo: que jóvenes radicales militen en la derecha. El radicalismo siempre ha tenido dos alas, desde los tiempos de Alvear e Yrigoyen. Una división ideológica interna, como tienen todos los partidos. Pero nunca, a ninguno, se le hubiera ocurrido poner a un CEO de la Shell a manejar YPF”.
Sobre el final, queda un espacio para el actor, el productor: “Por supuesto que sigo con el teatro. Ahora, y hasta el seis de diciembre, estamos haciendo ‘Teatro en Auto’ en la Rural, con un gran éxito. Y el 26 de diciembre esperamos arrancar en Mar del Plata. Vamos a intentar hacer teatro en el marco de esta situación, con todos los protocolos. Y queremos convencer al público de que no pierda el hábito de ir al teatro. Yo tengo mi propia sala, pero también, en el predio de un supermercado muy grande, vamos a hacer Teatro en Auto, y otros espectáculos con sillas, separadas y como una suerte de burbujas, para el público que esté de vacaciones. Ahora, lo más importante de todo, es que haya temporada en todo el país y no solamente en la costa, porque va a servir para la recuperación económica de todos”.
En la despedida, y aunque cueste creerlo tratándose de un humorista como él, Nito saluda con la misma seriedad con que encaró toda la charla: “Quiero desearles y desearnos a todos que tengamos una Navidad y un Fin de Año en paz. Y les pido que no perdamos las esperanzas. Porque las dificultades nos vencen o las vencemos. Y vamos a vencerlas”.
