Suena extraña la noticia. River hará de local en el estadio de Independiente en los compromisos por Copa Libertadores si la Conmebol habilita el cambio de localía para el Millonario.
Parecía lejando, pero está más cerca el regreso del fútbol. Al menos de los torneos internacionales donde urge a Conmebol recaudar más allá de la pandemia de Covid-19 con miles de contagiados a diario en esta parte del continente.
A raíz de las refacciones que está llevando adelante en el Monumental, River no podrá jugar en su estadio hasta fin de año. Por ello, eligió como escenario al Libertadores de América, entre otras cuestiones, por la renovación de iluminación que llevó adelante en plena pandemia, un requisito que reclama la Conmebol para mejorar la transmisiones televisivas.
La entidad del fútbol sudamericano deberá aprobar el pedido de River, con una inspección de la potencia lumínica del estadio. Está más que claro que no habrá público en este contexto pandémico.
Para el Rojo es una buena noticia porque a partir del alquiler del estadio podría reducir la deuda con el Millonario por Alexander Barboza, al que adquirió a mediados del año pasado y por el cual tiene onerosos incumplimientos económicos.