A los 88 años falleció Jorge Bergoglio, conocido mundialmente como Francisco tras haber sido electo Papa en 2013. Un papado que ha dejado una impronta por la justicia social y su cercanía con los más humildes.
A los 88 años de edad, murió Francisco a primera hora de la mañana en la Ciudad del Vaticano. Electo en marzo de 2013, fue el primer Papa de origen latinoamericano. Con un papado que será recordado por su espíritu reformista dentro de la Iglesia Católica, por haber promovido la paz en conflictos bélicos, el diálogo interreligioso y el cuidado del medioambiente a partir de la defensa de la «casa común». Fue un Papa cercano a los más humildes, a los migrantes que llegan a Europa desde África y a las organizaciones sociales planteando una agenda de «tierra, techo y trabajo». No ha sido un Papa más. Su impronta ha trascendió a la propia Iglesia Católica.
Porteño. Nacido un 17 de diciembre de 1936 en el barrio de Flores. Formado junto a los jesuitas en la Compañía de Jesús, ordenado sacerdote en 1969. De allí hizo un recorrido en donde se convirtió en el arzobispo de Buenos Aires y posteriormente en cardenal.
Tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI en 2013, Bergoglio fue electo como Papa el 13 de marzo de 2013. El número 266 de la historia de la Iglesia Católica. El primero en surgir desde Latinoamérica, argentino.
Tuvo una impronta renovadora de la Iglesia con una mirada social, de acercamiento a los más humildes, planteando algunas temáticas que eran tabú dentro de la Iglesia como el casamiento de los curas o entre personas del mismo sexo. También buscando depurar la institución tras los casos de abusos infantiles por parte de curas en años previos.
Intervino para promover la paz en conflictos bélicos, criticó lo que llamó la «cultura del descarte», y abogó por una más justa distribución de la riqueza, por la defensa del medioambiente y el diálogo en sentido amplio.
A nivel político, tuvo un acercamiento a las organizaciones sociales a las que impulsó con la agenda de «tierra, techo y trabajo» que plasmó en su segunda gira latinoamericana en donde recorrió Ecuador, Bolivia y Paraguay en 2015.
No regresó a Argentina durante su papado, pero su influencia se hizo sentir. Tanto dentro de la Iglesia católica como en organizaciones políticas que se referenciaron en Francisco. Fue un Papa que se expresó no solo con sus palabras. También a partir de los gestos y las fotos.
En febrero enfermó de neumonía que lo tuvo un mes en una estado muy delicado de salud del que logró recuperarse. En el Día de Pascua se lo volvió a ver en el marco de la ceremonia religiosa en el Vaticano. Este lunes, a las 7:34 de la mañana, a sus 88 años, el corazón de Francisco se detuvo.
Misas, homenajes y recuerdos comenzaron en todo el mundo. El tiempo lo dirá, pero su legado e impronta parecen destinados a trascender. Su paso deja una marca en una de las instituciones más importantes del mundo y con un mensaje político de justicia social, respeto y diálogo.