Tras el paro y la movilización, lo que viene

La CGT calificó como un «éxito» el paro y valoró la masividad de la movilización junto a los jubilados. El martes se vuelve a reunir el Consejo Directivo. 


 

Por Leonardo Martín 

Una movilización importante y un paro fuerte, que se sintió en las calles. Finalmente, se cumplieron las 36 horas de lucha convocadas por la CGT, a las cuales adhirieron ambas CTA, con un rechazo a las políticas del gobierno de Javier Milei y acompañando a los jubilados en su habitual marcha de los días miércoles.

El día del paro, las escenas callejeras se asimilaban a un fin de semana, con mucho menos movimiento que el habitual. Sin trenes, sin aviones, sin bancos, con la actividad industrial detenida, sin actividad portuaria y, es cierto, con muchos comercios abiertos, pero con pocos clientes. Lo mismo sucedió con los colectivos que circulaban semivacíos a partir de la decisión de la UTA de acatar la conciliación obligatoria por un tema salarial particular más allá de que la convocatoria en este caso había sido realizada por la CGT.

«El movimiento obrero lleva adelante una agenda clara y concreta para que se cambien las políticas de ingresos. Tenemos una caída de los ingresos de los trabajadores, el ajuste profundo que está recayendo sobre las economías regionales, sobre la obra pública, las provincias y sobre todo con los jubilados y jubilados», expresó Héctor Daer, cosecretario General de la CGT, en la conferencia de prensa que dieron dirigentes de la central dieron en el Salón Felipe Vallese para evaluar el paro.

«Esta acción sindical de 36 horas fue un éxito pese a la presión del gobierno, pese a lo que decían que muchos lugares no iban a parar. Lo más claro estuvo en que el principal emprendimiento estratégico y productivo de la Argentina que es Vaca Muerta que está parado. Hoy el paro fue un éxito rotundo«, agregó.

«No puede existir una Argentina con precios libres y salarios pisados, no tiene sustentabilidad social. Bastante desigual es la Argentina para seguir profundizando esa desigualdad«, alertó Daer. Una de las principales preocupaciones de la CGT es el deterioro salarial, con una política que el Gobierno está decido a continuar con congelamientos o aumentos salariales por debajo de la evolución de la inflación. A ello se suman los despidos en el Estado y en el sector privado a partir del deterioro del entramado productivo y la baja en las ventas.

La agenda de la CGT continuará con una reunión del Consejo Directivo el próximo martes por la tarde. Allí evaluarán el impacto de las 36 horas de lucha, se delinearán aspectos de la movilización del próximo 1° de mayo y los pasos a seguir para lo que viene. Uno de los reclamos en el último Plenario de Delegaciones Regionales fue continuar con el plan de acción más allá del 1° de mayo y que no se repita la situación del año pasado cuando tras el paro del 9 de mayo la CGT posteriormente tuvo una política de repliegue.

Un foco de conflicto en el corto plazo que asoma son los proyectos de ley antisindicales que se debaten en Comisión en el Congreso para quitar la cuota solidaria de aquellos trabajadores que no están afiliados directamente al sindicato. Probablemente, obtenga dictamen en la semana entrante con los votos del PRO, la UCR y La Libertad Avanza. Esta última fuerza, el año pasado evitó acompañar ese iniciativa como prenda de negociación con las centrales sindicales, se verá que ocurre en esta ocasión.

La medidas de fuerza también se dieron un contexto de inestabilidad macroeconómica, con un Gobierno que en estas horas celebra un nuevo megaendeudamiento con el Fondo Monetario Internacional por 20 mil millones de dólares y la expectativa de obtener más créditos para ganar aire y condicionar a la Argentina para los años que vienen. ¿Qué implicarán esos créditos? ¿Más despidos en el Estado? ¿Más flexibilización laboral? ¿Profundización de la apertura comercial? ¿Más ajuste sobre la salud, la educación y la seguridad social? ¿Privatizaciones de sectores estratégicos? Nada está destinado a mejorar con este gobierno.

Las centrales sindicales muestran aún tener capacidad de fuego pese a la creciente informalidad del mercado laboral, a la precarización de muchos sectores registrados y en algunos sectores falta de representatividad.

El interrogante en estos días pasa por saber que ocurrirá pos 1° de mayo donde se puede prever también una movilización masiva con un marco muy desafiante en lo económico, con las discusiones políticas de fondo de cara a las elecciones y con la renovación del Consejo Directivo de la CGT al cual en noviembre se le vence el mandato.

 

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