El cosecretario general de la CGT, Héctor Daer, anunció el jueves pasado en el Congreso Nacional de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) la convocatoria a un nuevo paro nacional que se terminará de definir en la reunión del Consejo Directivo de la central el próximo jueves. La fecha tentativa para realizar la tercera medida de fuerza de estas características al gobierno de Javier Milei es el 8 de abril.
«No hay que equivocarse y hay que medir los tiempos cuando la sociedad va madurando. Se va corriendo el manto del relato del gobierno sobre la estabilidad y sobre el desastre que habían heredado y empieza a verse la realidad sobre el plato vacío en la mesa», explicó días atrás en declaraciones radiales Héctor Daer.
La convocatoria a la medida se había terminado de definir horas antes del Congreso de la UTEP que se realizó en el salón Felipe Vallese en el cual estuvieron presentes Hugo Moyano (Camioneros), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Octavio Argüello y Sergio Palazzo (Bancarios), entre otros.
La misma se dio el día después de la salvaje represión desatada el día miércoles en la movilización de los jubilados que en este caso tuvo el acompañamiento de hinchas de equipos de fútbol en un jornada que dejó más de un centenar de detenidos, heridos, siendo la situación más comprometida la del fotógrafo Pablo Grillo.
El jueves por la tarde se reunirá el Consejo Directivo de la CGT en el salón Saúl Ubaldini en el edificio de la central donde definirá la fecha, pero ya se ha deslizado que la misma se produciría el martes 8 de abril. Es la tercera medida contra el gobierno de Javier Milei, las anteriores fueron el 24 de enero y el 9 de mayo del año pasado. Tras un comienzo de año de alta conflictividad para el segundo semestre la conducción de la CGT optó por otra estrategia.
Para el llamado a este paro interpretan que hay una «maduración» social en un contexto de despidos en el Estado, con la industria nacional en jaque, con un deterioro del salarial que continúa agudizándose y con una acción represiva que mostró su peor cara esta semana.
La acción se da también en un contexto del desfinanciamiento de las obras sociales que contienen a un tercio de la población argentina y de las amenazas de avanzar en el Congreso con proyectos de ley que profundicen la flexibilización laboral y con un ataque a las organizaciones sindicales.
Asimismo, la central también participará de la movilización del próximo 24 de marzo en el Día de la Memoria, como hace habitualmente, en una jornada que se espera que sea multitudinaria.
