Por Leonardo Martín
El lamentable crimen de Kim en manos de menores y una seguidilla de episodios de delincuencia amplificados por los medios de comunicación pusieron a la provincia de Buenos Aires y a la seguridad (o inseguridad) en el centro de la agenda mediática y política.
En la búsqueda del rédito político fácil, especialmente dirigentes de La Libertad Avanza buscaron capitalizarlo. El presidente Javier Milei fue al extremo, pidiendo la renuncia de Kicillof para poder intervenir la Provincia argumentando que en un año terminaba con la inseguridad. Una desmesura total y una manera de cambiar el eje de la criptoestafa con la cual estuvo relacionado a la inseguridad.
También parte de la estrategia de deteriorando la imagen del gobernador bonaerense que hoy por hoy, en una realidad cambiante como la de la Argentina, representa electoralmente la figura con más proyección dentro de la oposición.
El ataque de Milei logró algo que parecía imposible en el último período, juntar a diferentes vertientes del peronismo que hoy atraviesan una etapa de cortocicuitos. Cristina Kirchner y Máximo Kirchner salieron a respaldar y rechazar una posible intervención. En cuanto a la acción de Mayra Mendoza y Julián Álvarez la condena fue más clara en cuanto al mecanismo planteado por Milei que en reivindicación del propio Kicillof con el que vienen teniendo cruces públicos.
En ese acto que armó en la tarde noche del viernes, Kicillof anunció que presentará una denuncia penal por «la posible comisión de delitos contra el orden constitucional de la provincia».
“Le propuse públicamente reunirnos para trabajar en conjunto para abordar este tema. Dejo en claro algo muy importante: el incremento de la violencia está hoy vinculado al narcotráfico. La provincia no produce droga, tene que cruzar fronteras nacionales. Y lo digo con total claridad: Milei es el principal responsable del narcotráfico, por eso es que lo convoqué a una reunión de trabajo donde quiera”, atacó Kicillof.
También recordó, como lo viene haciendo, que la motosierra de Milei recortó 750 mil millones de pesos de presupuesto a seguridad.
En un año electoral y como ya ocurrió en otras oportunidades la seguridad se mete en la agenda de campaña. La Provincia puede tener mejores estadísticas, pero el impacto mediático y ahora de redes sociales, amplifica cada episodio que se produce. Amen del deterioro social generado por las políticas del gobierno nacional que no van a hacer más que agudizar la crisis social y el correlato que genera en violencia y delitos.
Promete ser un año largo e intenso con la provincia de Buenos Aires en el centro de la escena porque allí se dirime la madre las batallas a nivel electoral y especialmente en el Conurbano Bonaerense.