La Universidad Nacional de Avellaneda fue parte de la Marcha Federal Universitaria este miércoles denunciando el desfinanciamiento que afecta a las 57 universidades nacionales del país. El rector Jorge Calzoni indicó que de continuar las actuales políticas «no hay futuro». Por su lado, el referente gremial de los docentes visibilizó la crítica situación salarial con una pérdida del poder adquisitivo del salario que supera el 50% en lo que va de 2024.
La comunidad universitaria dio un mensaje contundente en la masiva movilización de este miércoles: defensa de la universidad pública, gratuita y de calidad. Miles y miles de personas se movilización en Plaza de los Dos Congresos y en ciudades de todo el país rechazando el brutal desfinanciamiento y el deterioro generado por el Gobierno nacional.
La Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) fue parte de la movilización, además de realizar acciones de visibilización en la propia universidad tanto este miércoles como en el último período. Desde horas de la mañana se fueron realizando diversas acciones en la sede España en Avellaneda para luego partir hacia el Congreso.
En diálogo con Portal Sur, el rector de la UNDAV, Jorge Calzoni expresó: «Hay una serie de pedidos que vienen desde abril, algunos quedaron desfasados con el tiempo y la inflación. Hubo aumentos de transporte, alimentos y servicios que impacta en el funcionamiento de las universidades, pero también de los alumnos. Estadísticas recientes muestran que la mitad de los estudiantes de las universidades. Con las actuales políticas no hay futuro. Acá está movilizando toda la comunidad universitaria, pero también de la sociedad en su conjunto».
Por su lado, Ricardo Petraglia, docente y secretario General de la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Avellaneda (ADUNA) indicó a Portal Sur: «La situación salarial es desesperante, en algunas categorías, el deterioro supera el 50% en solo nueve meses, con salarios que ya no era exorbitantes«.
«De las 16 categorías de posibles salarios de los docentes universitarios, en aquellos que tienen más de 10 años de antigüedad, 13 de esas categorías están por debajo de la línea de pobreza y las más bajas están cuatro veces por debajo de esa línea. Un ayudante simple, con dedicación simple está cobrando 200 mil pesos. Es imposible sobrevivir con ese salario, sostener proyectos de investigación, armar equipos de cátedra. Trabajar dignamente», alertó Petraglia.
«Las respuestas que tenemos son todas provocaciones. En la última reunión, la semana pasada, ofrecieron un 5,8% de cuando perdimos más de un 50% en lo que va del año. Lo que pedimos es que haya un plan de recomposición salarial a largo plazo», amplió.
«El Congreso votó una ley de Financiamiento Universitario que sería un principio de solución, frente a la cual la respuesta del Gobierno es el veto. Tira más nafta al fuego ante una sociedad que la pasa mal y solo recibe destratos», concluyó el referente sindical de los docentes.
