Se cumplen 30 años del campeonato de Independiente en 1994

Un 28 de agosto de 1994, Independiente vencía 4 a 0 a Huracán en la última fecha del torneo consagrándose campeón en la Doble Visera. Un equipo dirigido por Miguel Angel Brindisi, que fue creciendo con el correr de las fechas y terminó con un sprint final brillante.

Por Leonardo Martín

Literalmente, la vieja Doble Visera ese día desbordaba. Quien escribe estas líneas nunca la vio tan llena como esa tarde en que por los caprichos del destino y el fixture se enfrentaba a Huracán que venía puntero con un punto arriba en un época donde aún se sumaban dos unidades por una victoria. El Rojo necesitaba ganar, si o si, ante el sorprendente Huracán de ese torneo.

La tarde terminaría con Independiente campeón, goleando 4 a 0 al Globo, con una exhibición y goles de Rambert, el Dani Garnero, Corvalán en contra y cerrando la cuenta el Flaco Gareca. Una alegría inmensa de un equipo que ese año fue orgullo para los hinchas del Rojo y el paladar negro del que se hablaba en esa época. El primer título tras que el Bocha colgara los botines.

Ante la inesperada final, las autoridades de seguridad decidieron que la enorme tribuna visitante fuera separada por una reja. Hasta ese día, hinchas visitantes y de Independiente compartían la tribuna. Otra época.

Pero la historia había comenzado tiempo atrás. Independiente encaraba el año 1994 con nueva dirigencia que tenía a Jorge Bottaro como presidente y a Héctor Grondona como vice que decidieron contratar a Miguel Angel Brindisi como entrenador para encarar el año.

El Rojo había tenido un buen 1993 con Pedro Marchetta, pero no lograba despegar. Contaba con un buen plantel que tuvo para 1994 logró reforzarse poco pero bien con el Palomo Usuriaga, recuperó a Gustavo López tras una operación de ligamentos en la rodilla y tuvo una aparición fulgurante de Sebastián Rambert, con un año brillante.

El año comenzaba con cuatro fechas pendientes del torneo anterior, situación que Brindisi pudo aprovechar para ir proyectando al equipo.

La formación que quedó en la memoria fue con Luis Islas, Néstor Craviotto, Pablo Rotchen, José Tiburcio Serrizuela, el Luli Ríos; Diego Cagna, Perico Pérez, Gustavo López, Daniel Garnero, Albeiro Usuriaga y Sebastián Rambert. Fue la que encontró terminó de encontrar en las últimas fechas del torneo.

Previamente habían alternado en la titularidad el uruguayo Eber Moas, el Tapón Gordillo, el Avión Ramírez, Hermes Desio en la mitad de la cancha, en algunas ocasiones Raúl Cascini más el Tigre Gareca y Parodi en ataque.

Se fue acomodando con altos y bajos. Comenzó empatando con Vélez en el Amalfitani y luego venció una tarde lluviosa a River 1 a 0 con un gol de Gareca.

Sumando tres empates, volvió a ganar recién en la sexta fecha. Noche de viernes ante Ferro, una falla insólita de Germán Burgos le dio la oportunidad de abrir la cuenta. Luego convertiría un golazo el Palomo, el primero, el comienzo de un idilio.

Se quedaría con un sabor amargo con el empate 2 a 2 con Racing en la octava fecha. Partido vibrante. La Academia comenzó mejor con un Piojo López imparable, pero lo logró dar vuelta el Rojo y cuando parecía que se quedaba con el triunfo apareció un aún recordado nucazo de Allegue para igualar. La decepción fue doble, años en donde Independiente no le podía ganar a Racing. Recién pudo cortar la racha meses después en el Cilindro.

La única derrota del torneo fue en la fecha 10. Partido apasionante y accidentado con San Lorenzo en Avellaneda, cancha embarrada, cuatro expulsados, el Ciclón lo gana en el final con un gol de Tapita García.

Otro partido recordado de ese campeonato. Fecha 12, viernes por la noche. Recibe a Platense en Avellaneda que logra convertir y se cuelga del travesaño. Independiente no podía entrarle hasta que una patriada de Rambert y luego Garnero dan vuelta la historia en el último cuarto de hora.

Llega el Mundial de Estados Unidos. El Brasil de Romario campeón, el doping de Diego. Las últimas seis fechas se juegan tras la Copa.

Independiente comienza con Rosario Central en Avellaneda, el Canalla lo comienza ganando 2 a 0. Es recordada como la noche de Walter Parodi, que ingresó en el segundo tiempo y con dos goles logró empatarlo. El Rojo tenía buenos momento, pero no terminaba de encontrar la regularidad.

El despegue definitivo y lujoso vendría recién en la fecha 16. El click. Recibe a Banfield en Avellaneda. Lo gana 4 a 0 con un partidazo del Palomo. Tarde de domingo de lujo.

Allí se afirmó el equipo. La seguridad de Islas, una excelente dupla central con Rotchen y Serrizuela; un mediocampo de lujo. Por derecha el ida y vuelta de Cagna, la buena técnica de Perico y la buena pegada, el talento y la increíble habilidad de Gustavo López; el cerebro y la técnica de Garnero y un ataque extraordinario con el Palomo y Rambert. Le sobraba técnica a ese equipo.

Luego empata con Boca en la Bombonera y vence en otra tarde extraordinaria a Gimnasia 5 a 1 en La Plata. Golazo del Luli Ríos para abrir la cuenta. Otro día memorable del Palomo.

Y llegó la final con Huracán, lo mencionado líneas arriba 4 a 0. Título, otra vez campeón, a tono con la historia. Revalidaría tiempo después con la obtención de la Supercopa, el único título que faltaba en las vitrinas. El Rojo su rica historia en el pasado, su triste presente, lejos de esos momentos que llenaron de orgullo a sus hinchas.

 

 

 

 

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