La multinacional productora de neumáticos Bridgestone avanzó con 452 suspensiones, con amenazas concretas de despidos, en un contexto en el cual le fue aprobado un Proceso Preventivo de Crisis que habilita este tipo de medidas. Ante esta situación el Sindicato Único del Neumático (SUTNA) lanzó medidas de fuerza en la planta que la empresa tiene en la localidad de Llavallol desde este domingo y continuará con asambleas. Desde el sindicato afirmaron que no existe tal crisis y lo que busca la empresa es flexibilizar y precarizar a los trabajadores.
En la noche del domingo, el SUTNA realizó una protesta en las puertas de la planta de Bridgestone ubicada en la localidad de Llavallol, Lomas de Zamora, y convocando a un paro de actividades para el turno noche, turno mañana del lunes y luego continuar con asambleas para definir los pasos a seguir.
La situación es compleja en un contexto político adverso. Aduciendo baja en las ventas y en las exportaciones, Bridgestone presentó en julio pasado un Proceso Preventivo de Crisis en la Secretaría de Trabajo nacional. Entre otros aspectos, le permite despedir pagando el 50% de las indemnizaciones.
Con casi 1200 operarios, enviaron 452 telegramas con suspensiones y desde el sindicato manifestaron que se están comunicando telefónicamente con trabajadores para comunicarles la cesantía. La situación se da también en días atravesados por la negociación paritaria que alcanza al conjunto de las empresas del sector.
Alejandro Crespo, secretario General del SUTNA, manifestó: «La fábrica pidió un Proceso Preventivo de Crisis fraudulento. Venían con balances positivos, pero ahora le comunicó a compañeros por teléfono que están despedidos. Es un despropósito.»
«Dicen que pidieron préstamos en dólares al exterior a otras plantas de Bridgestone y que con la devaluación no lo pueden pagar y tampoco vender al exterior», afirmó. Bridgestone es una multinacional líder en la producción de neumáticos radicada en Argentina con la mencionada planta en Llavallol.
«Hablando de solo operarios, éramos 1300 hasta el triunfo de Milei. Luego del ballottage despidieron a más de 100 compañeros. Ahora son 1178 operarios«, describió Crespo y alertando que podría reducirse drásticamente con posibles 500 despidos. «Es una fábrica fingiendo una crisis para después flexibilizar a los trabajadores», concluyó Crespo.
«El Gobierno habilita un proceso preventivo de crisis a empresas que no lo tienen. Como no modernizaron sus máquinas, como tienen una situación donde para competir afuera necesitan más ritmo de trabajo echan trabajadores, achican la dotación, aumentan los ritmos de trabajo y rompen la espalda de los compañeros para competir afuera contra máquinas mucho más modernas. Con todas las ganancias que tuvieron como no van a invertir en el país», se preguntó Crespo.
El conflicto en Bridgestone, por sus dimensiones y características, pareciera ser una muestra de lo que viene a un nivel más acentuado en el período venidero. Avance de la desindustrialización, empresas que ven la oportunidad de convertirse en importadoras y aprovechar para flexibilizar las condiciones de trabajo en los establecimientos. Un panorama poco alentador, en donde lo que ocurra en Bridgestone sea un caso testigo de esta etapa.