Argentina venció a Colombia y es nuevamente campeón de América

Por Leonardo Martín 

Fútbol argentino, una vez más en una historia llena de gloria, enormes equipos y grandísimos jugadores. Tras una final durísima ante Colombia, con Lionel Messi dejando el campo de juego por lesión, Argentina volvió a coronarse campeón de la Copa América hilvanando un ciclo brillante de títulos que incluye los dos certámenes continentales, el Mundial de Qatar y la Finalíssima ante Italia. Un equipo que fue de menor a mayor y que ganó la final ajustadamente, pero con justicia al analizar el desarrollo del juego.

Hubo que esperar hasta los 6´ del segundo tiempo del suplementario para poder golpear. Recuperación de Leandro Paredes, asistencia perfecta de Giovanni Lo Celso y definición fuerte y cruzada de Lautaro Martínez para sacar la diferencia en un partido ajustado, muy disputado y en el cual Argentina se fue acomodando mejor sobre todo a partir del segundo tiempo.

La final tuvo sus componentes emocionales que le dieron un valor especial. Por un lado era la noche despedida para Angel Di María, ya toda una leyenda del fútbol argentino. También un partido en donde tuvo que jugar gran parte sin la presencia de Lionel Messi, por un fuerte esguince en uno de sus tobillos por lo cual fue sustituido a los 20´ del segundo tiempo. En una muestra de carácter y de respuesta futbolística, fue superior a Colombia en ese tramo y es donde lo termina ganando.

Antes de continuar con el fútbol, una palabras para el desastre de la organización que tuvo que demorar una hora y cuarto el comienzo del partido por falta de controles y un dispositivo de seguridad adecuado. Una improvisación total en una organización tanto de Estados Unidos como de la Conmebol que ha sido pésima. Las encendidas palabras de Marcelo Bielsa en la semana, con críticas hacia la organización tomaron mayor valor después de este partido.

Volviendo al fútbol, Argentina hizo un torneo de menor a mayor, con una final jugada con autoridad, inteligencia, mucha entrega y tramos de buen fútbol. Colombia fue un equipo áspero y que generó peligro sobre todo en la primera etapa, donde mostró su mejor versión manejando la pelota, con presión alta y llegando con peligro en un par de ocasiones. El equipo dirigido por Néstor Lorenzo es muy fuerte desde lo físico, con talento, disciplinado y buen juego aéreo que sintió el esfuerzo físico y no logró con los cambios renovar el aire.

El primer tiempo fue el tramo más complejo para el equipo de Scaloni, maniatado por la presión colombiana, lento en la circulación de la pelota. En una última parte de la primera etapa logró equilibrar.

En el segundo tiempo, Argentina fue encontrando el ritmo del partido con mayor participación de Mac Allister y Enzo Fernández y que incluso tras la salida de Messi mejoró en juego. Nico González entró por el 10 y lo hizo bien, aportó vértigo por la punta izquierda, sacrificio e incluso llegó a posiciones de gol.

Argentina ya era más en esa segunda etapa con una defensa sólida, con el Dibu Martínez manejando el área, bien Montiel y también Molina cuando ingresó por el ex River; sólidos Cuti y Licha Martínez y como siempre Tagliafico impasable y haciendo bien los cierres.

Los cambios de Scaloni, al menos hasta el gol, no habían potenciado al equipo que con los ingresos de Paredes, Lo Celso y Lautaro Martínez había perdido protagonismo en el desarrollo del partido. Paredes se fue acomodando con el correr de los minutos y en el caso de Lo Celso y Lautaro armaron la jugada que le dio el gol a Argentina ante un Colombia adelantada y que se había deshilachado en la mitad de cancha.

En el fútbol, los merecimientos son materia de análisis del periodismo, pero poco importan y menos en una final. Sin embargo, al hacer el balance de ocasiones de gol, Argentina tuvo más cantidad y más claras. Tras 120 minutos, Argentina sumó una nueva estrella para una historia futbolística enorme y que atraviesa un gran momento.

En el ciclo más corto obtuvo el Mundial de Qatar, dos Copas América y la Finalísima. Si uno abre un poco la lupa de las últimas décadas, lo de Argentina es sencillamente brillante. Desde 1978, a nivel selecciones obtuvo tres mundiales, cuatro copas América, seis títulos mundiales Sub 20, dos medallas de oro en Juegos Olímpicos. A ello hay que sumar dos subcampeonatos del mundo y cuatro subcampeonatos de América y haber dado a dos de los mejores jugadores de la historia como son Diego Maradona y Lionel Messi. En síntesis, una Selección inmensa.

Hoy toca disfrutar un ciclo de éxitos y una nueva Copa América, la número 16 convirtiéndose en el más ganador de ese certamen superando a Uruguay. Salud una vez más por el fútbol de estas tierras, orgullo del pueblo argentino.

 

 

Escribe tu Comentario