La unidad de las organizaciones de trabajadores ratifica el hartazgo ante un gobierno de hambre que se muestra fuerte contra trabajadores y jubilados, pero no duda en agacharse ante el poder económico y el imperialismo norteamericano.
El 1° de mayo fue una jornada histórica. Las centrales gremiales salieron a la calle para ponerle un freno al avance de un gobierno anarco conservador que pretende llevarse puesto en 4 meses 100 años de conquistas laborales.
Una vez más junto a la CTA, el Sindicato Unificado de Municipales de Avellaneda salió a la calle con el secretario general Daniel Aversa encabezando la columna junto a otros dirigentes que se congregaron en la intersección de la Avenida Independencia y Bernardo de Irigoyen, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, revalidando la coherencia y el compromiso que ha mantenido el gremio y que se afianzó a lo largo de los años.
En esta oportunidad, todas las centrales obreras dejaron de lado sus diferencias para salir a luchar contra un enemigo común, un gobierno al servicio de los ricos que pretende destruir a la clase trabajadora.
La multitudinaria marcha que congregó a miles de trabajadores y dirigentes políticos, como el Gobernador Bonaerense Axel Kicillof, se dio luego de que los diputados aprobaran la llamada “ley bases”, que condena a muerte a los organismos estatales con su correlato de despidos, compromete el futuro laboral, desfinancia las cajas y otorga beneficios extraordinarios a los empresarios, en un claro retroceso en la Historia.
En esa jornada de debate en el congreso, tuvo un lugar preponderante la participación del secretario general de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional Hugo Yasky, quien dejó muy claro el papel opositor que debe asumir la dirigencia política y obrera en estos tiempos.
Junto a cientos de trabajadores nucleados en el SUMA que formaron parte de una enorme columna, manifestamos nuestra satisfacción por lo masivo de la movilización expresando nuestra confianza en la unidad del movimiento obrero organizado y en el paro nacional del 9 de mayo, que ratifica que el pueblo está harto de este gobierno de hambre que se muestra fuerte contra los trabajadores y jubilados, pero no duda en agacharse ante el poder económico y el imperialismo norteamericano».
Cabe destacar que, en estos meses, desde el SUMA hemos participado de distintas acciones manifestando nuestra solidaridad con los trabajadores despedidos, contra el cierre de organismos estatales y en defensa de la educación pública contra el recorte a las universidades.