Primero fue el tornado en la madrugada del domingo que dejó destrozos y luego una sudestada que tuvo el nivel más alto de 1992. El intendente Jorge Ferraresi analizó como impactó en Avellaneda.
«El peor momento de la sudestada se dio a la 1 de la mañana donde llegó a los peores niveles desde 1992. A los destrozos del tornado le sumamos la sudestada. Estábamos preparando los centros de evacuación pero a la una de la mañana comenzó a bajar», describió en una entrevista a la AM 750.
“Tenemos toda una fuerza de trabajo. Las fuerzas de seguridad, los bomberos, ayudaron muchísimo. Esto nos llevará tres o cuatro días más”, agregó.
«La sudestada no deja casi secuelas. Tenemos 14 plantas de bombeo y defensas costeras», dijo al mismo tiempo que admitió que hubo alerta.
«Las secuelas son los árboles caídos, más de 500 techos volados por el tornado, postes caídos. Arrancamos con 35 mil vecinos sin luz, hoy estamos en 4 mil. Tenemos que empezar a reparar todo esto».
Ferraresi admitió que hicieron un pedido al gobierno nacional de asistencia que tuvo como respuesta que no «tenían nada, que recién se hacían cargo».