El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, tendría las horas contadas al frente de la cartera. Lo reemplazaría el actual ministro de Justicia Julio Alak.
Quedó sellada la suerte de Sergio Berni. Tras una gestión con un alto nivel de exposición y resultados para muchos no del todo convincentes deja el ministerio de Seguridad, también en medio de algunas denuncias sobre propiedades no declaradas. También cambiaría la cúpula de la Policía Bonaerense, la mayor fuerza de seguridad del país con más de 100 mil efectivos.
El lugar quedará en manos de Julio Alak, un dirigente fiel a Cristina Kirchner y que pasará a manejar el fierro caliente que es la seguridad en la provincia de Buenos Aires. La propia Cristina, días atrás, reclamó el envío de miles de gendarmes al conurbano bonaerense repitiendo el Operativo Centinela que se desarrolló durante su segundo mandato.
En otro tramo del discurso en La Plata, la Vicepresidenta criticó la «autonomización de las fuerzas de seguridad» y que «tienen que responder a las autoridades civiles». «Son parte de la solución, pero también del problema si no se subordinan», concluyó. La Bonaerense es el emblema de esa descripción de Cristina Kirchner, Sergio Berni su conductor actual.
Con un perfil muy alto a lo largo de su gestión Berni cosechó cuestionamientos dentro de las filas militantes del Frente de Todos por un posicionamiento bastante parecido a la mano dura propuesta por otros candidatos. Fue una rara avis sostenida por Axel Kicillof pese a algunos escándalos, entre ellos la represión en la cancha de Gimnasia con idas y vueltas en sus declaraciones.
El reemplazante será Julio Alak que fue intendente en La Plata durante tres mandatos, además de ser funcionario del Ministerio de Justicia nacional durante el gobierno de Cristina Kirchner. En el gobierno de Axel Kicillof desembarco en el mismo área de la provincia de Buenos Aires.
