Andrés Delicia, ex jefe de la Policía local de Quilmes durante la intendencia de Martiniano Molina, fue condenado a tres años de prisión en suspenso por exigirle a su personal la entrega de dinero para el mantenimiento de patrulleros, entre otros delitos.
Delicia, quien estuvo seis meses al frente de la dependencia, fue condenado, junto a dos subordinados, por el delito de exacciones ilegales en 23 hechos y por exacciones ilegales agravadas en otros 13, y exacciones simples en grado de tentativa. También fueron sentenciados Cristian Leonardo Crets y Vanesa Giselle Ivanchevic a un año de prisión en suspenso y tres de inhabilitación por el mismo delito. En el caso de Delicia, a la condena emitida por el Tribunal Oral en lo Criminal número 1 del Departamento Judicial de Quilmes se suma la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Los tres estaban acusados de exigir dinero al personal de la dependencia en la que prestaban servicio para destinarlo al mantenimiento de los patrulleros y la carga de combustible, y de amenazar con sanciones a quienes se resistían a efectuar el aporte compulsivo.
En septiembre de 2016, seis meses después de haber sido designado al frente de la jefatura, Delicia fue separado del cargo luego de haber trascendido una serie de audios de WhatsApp en los que se les exigía cien pesos, unos mil pesos actuales, a policías subordinados para la mantención y el combustible de las patrullas.
La fiscal del caso, María de los Ángeles Attarian Mena, había solicitado para Delicia una pena de siete años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. En tanto, para Cristian Crets y Vanessa Ivanchevich, como cómplices que se encargaban de transmitirles a sus compañeros las órdenes de Delicia y recolectar el dinero, la fiscal solicitó una condena de tres años de prisión de ejecución condicional y cinco de inhabilitación.
Molina designó a Delicia, quien se encontraba al frente de la comisaría octava de Bernal, al frente de la Policía Local de Quilmes tres meses después de asumir tras su triunfo electoral por la fuerza Cambiemos. El entonces intendente Molina llevaba tres meses de gobierno en el municipio, tras ganar las elecciones de octubre de 2015 como candidato de Cambiemos