Dura caída de Independiente. Perdió 1 a 0 ante Newell’s en el Coloso en un encuentro donde jugaba ante un rival con muchos juveniles, varios de ellos debutantes, y en un tramo extenso del partido con un hombre más. Sobre el final lo ganó el Leproso con un golazo de Román Bravo. Una derrota que trae mucha preocupación en la Avellaneda roja.
Decepción y preocupación son los conceptos para describir la derrota del Rojo ante Newell’s. Otra vez jugó mal, sin ideas, ante un rival en un mal momento y en plena transición haciendo debutar varios jugadores. Ni así Independiente pudo ganar un partido que lo afirmaba en zona de clasificación a la Sudamericana y en posición expectante para la Libertadores. Tampoco sirvió el hombre de más tras la expulsión de Campagnaro a los 26 minutos del complemento.
Independiente es un equipo que cada vez tiene menos ideas para generar juego, tampoco tiene la mecánica colectiva para generar espacios. Un equipo limitado que hoy volvió a mostrar sus carencias.
Tuvo algunas ocasiones de gol en la primera etapa, pero no fue efectivo. En el segundo tiempo poco y nada. Hasta que llegó en tiempo de descuento el fatídico gol de Bravo. Una volea exquisita imposible de contener para Sosa.
Con la derrota se afirma un racha negativa sumando apenas dos victorias en los últimos 10 partidos. Muy poco para un equipo con aspiraciones de ingresar a la Libertadores. También una expresión de este presente con un plantel limitado y con poco experiencia.