Independiente venció a Estudiantes 4 a 1 en los penales tras empatar 0 a 0 durante los noventa minutos, obtuvo la clasificación a la semifinal de la Copa de la Liga Profesional en otro partido con polémica arbitral a partir de una insólita expulsión a Tomás Ortega por parte de Gabriel Echavarría.
Llave durísima para el Rojo, con otro lamentable arbitraje que esta vez no torció la historia. En un partido de pizarrón, «de ajedrez» diría un viejo cronista deportivo, Independiente logró un empate que luego convirtió en victoria en los penales con una sensacional actuación del uruguayo Sebastián Sosa.
Independiente planteó un partido ordenado tácticamente, apostando a las sociedad de Velasco, Silvio Romero y Sebastián Palacios. El primer tiempo fue parejo, por tramos mejor el Pincha, pero con pocas ocasiones de gol.
El segundo tiempo, había comenzado mejor el Rojo, con dominio territorial y más juego, pero a los 20´llegó una insólita amarilla de Echavarría por una falta inexistente de Tomás Ortega. Doble amarilla y expulsión. Desde la AFA y el Colegio de Arbitros premiaron a Mauro Vigliano tras el arbitraje con Racing con los Juegos Olímpicos en Japón. ¿Qué le espera a Echavarría?
Desde ahí en adelante, el Rojo aguantó muy cerca de su propio arco, pero incluso logró algún contrataque que podría haberle dado la victoria.
Estudiantes, por su lado, mostró ser un equipo durísimo en lo físico, pero sin imaginación, sin juego asociado. Empuje y grandotes para meter presión en el área rival. Más de rugby que de fútbol. Un gran técnico el Ruso Zielinski, pero llamativa la limitación de juego de su equipo.
Así aguantó el Rojo y llegó a los penales. Como decíamos, noche épica para Sosa una vez más, muy bien ejecutados los penales del conjunto de un Falcioni que se llevó una alegría de la cancha después de una tristísima semana a nivel familiar.
Ahora le tocaran la próxima semana Colón o Talleres. El Rojo se metió en las semifinales, sigue vivo y expectante en la Copa de la Liga Profesional.
