“Nada me preocupa más que el hambre de los argentinos”, afirmó esta tarde el presidente Alberto Fernández en el marco de una reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, en la que anunció que la tarjeta Alimentar ampliará su alcance a niños y niñas de hasta 14 años y que su monto pasará a ser de 6000 pesos para madres con un hijo, de 9000 pesos para madres con dos hijos y de 12.000 pesos para tres hijos o más.
En las últimas semanas se venía dando un fuerte debate dentro del Frente de Todos entre sectores que buscan preservar la situación y marchar a un equilibrio macroeconómico y otros que venían reclamando la necesidad de que el Estado vuelque recursos para empujar a una economía alicaída. Los anuncios de hoy podría decirse que es un punto intermedio, no se anunció un nuevo IFE, pero sí se ampliaron los recursos para volcar en los sectores económicamente más postergados.
Las mejoras en la tarjeta Alimentar, que ahora brindará cobertura alimentaria a niños y niñas de hasta 6 años de edad, implican que pasará a cubrir las necesidades de 3,7 millones de niños y niñas –ahora llega a 1,9 millones- pertenecientes a casi 2,5 millones de familias, un millón más de las actuales.
Para eso, el Estado nacional multiplicará por tres la actual inversión, pasando de destinar 10.000 millones de pesos mensuales a 30.000 millones.
“A pesar de la pandemia no cedimos en la lucha contra el hambre, en ese contexto nunca bajamos los brazos, nada me preocupa más que el hambre de los argentinos, y más cuando los chicos y las chicas menores de 14 años, 6 de cada diez de ellos, están bajo la línea de pobreza”, indicó el mandatario.
Y destacó que “todos deben saber que la prioridad son esos argentinos”. “Los acreedores deberán esperar”, recalcó acompañado de los principales funcionarios de su gobierno.
“Hay una economía que crece y cada vez que la economía crece empieza la disputa por ver quién se lleva la mayor tajada de ese crecimiento, ahí es donde a uno le apena mucho ver lo que pasa: porque yo celebro que los precios internacionales de los commodities crezcan, que la carne argentina sea tan demandada, pero lo que no celebro es que los argentinos paguemos los alimentos como los pagan los que requieren nuestros alimentos. Lo que no celebro es que la carne de los argentinos, los argentinos la paguemos como la pagan en Francia, en China o en cualquier latitud del mundo”, afirmó el Presidente.
Y apeló a que “la puja sectorial de algún encuentre un límite, un punto donde solidariamente diga basta, pensemos en nuestra gente, pensemos en los que necesitan”. “Sino todo el esfuerzo que hacemos tratando de poner recursos en los que la están pasando mal terminan pasando la aspiradora los poderosos, se terminan llevando el dinero y no hay dinero que alcance para poner en el bolsillo de nuestra gente si cada vez que ponemos dinero los precios siguen subiendo”, enfatizó.
“Yo ahí lo que pido, perdón por la vehemencia, pero es la vehemencia de la preocupación, del dolor y del afecto, yo ahí lo que pido es que por favor el esfuerzo tenemos que hacerlo todos, no algunos, y los que menos esfuerzo deben hacer son los que menos tienen, que son los que indefectiblemente tienen que ir a comprar sus alimentos y ven que los precios no paran de subir”, indicó el mandatario
A las empresas productoras de alimentos les pidió “que entiendan que están en una sociedad que la está pasando mal, donde el 40 por ciento de los argentinos la está pasando mal y que tienen que colaborar con ese 40 por ciento que la está pasando mal”.
En esa línea, ponderó la implementación del Aporte Solidario y agradeció “a cada uno de los que pagó, porque en un momento de emergencia ellos fueron solidarios y los argentinos debemos tener gratitud con esos que acumularon riqueza trabajando, produciendo, heredando, lo que sea, pero cuando le pedimos un esfuerzo hicieron el esfuerzo y debemos estar agradecidos y debemos lamentar el egoísmo de otros que dicen, con esta realidad, en esta situación, ‘no me toquen un centavo’, cuando en verdad acumulan muchísimos centavos”.
Guzmán coincidió en que “es fundamental poder fortalecer la política social, la protección social, la inversión en inclusión, y por eso se vuelve cada vez más esencial afinar el uso de los recursos del Estado y contar con más recursos para poder llevar adelante políticas de protección social más robustas”.
Arroyo destacó que en la Argentina se ha “logrado claramente una cobertura importante en términos de asistencia alimentaria: hay 10 millones de personas que reciben esa asistencia”, aunque marcó que existen “problemas de calidad nutricional, problemas en el consumo de leche, carne, frutas y verduras que es lo que promovemos permanentemente desde la Tarjeta Alimentar y desde el conjunto de políticas que encaramos desde el Estado nacional”.
Además, marcó que “el objetivo claro es encarar más y mejores políticas públicas”, sobre todo teniendo en cuenta “la situación de los niños, ya que hay un 57 por ciento de pobreza en los menores de 14 años en el país para lo que se están desplegando varias políticas: la propia Tarjeta Alimentar, la extensión de los Jardines Maternales de 45 días a dos años, las salas de 3, 4 y 5 años”.
Los anuncios
En forma complementaria a los cambios para la tarjeta Alimentar, Kulfas anunció una serie de acuerdos de precios para las carnes y verduras que “son fruto del diálogo y del trabajo con sectores productivos y vinculados a la comercialización de alimentos”.
El convenio para ofrecer carnes a precios accesibles comenzará el 11 de mayo y, con una actualización trimestral, estará vigente hasta el 31 de diciembre en 1600 bocas de expendio en todo el país. Incluye once cortes que son los más representativos del consumo de las argentinas y los argentinos. Además, se amplían los días de oferta, que pasarán a ser de lunes a viernes.
La mayoría de los precios de venta se mantienen sin cambios o presentan rebajas, como el asado, respecto del acuerdo previo, y están muy por debajo de los valores vigentes. Por otra parte, el Mercado Central venderá de martes a sábados con una oferta específica.
Y se agregará un sistema itinerante de comercialización de carne en municipios con camiones para la venta directa al público de más de 5.000 kilos por camión con precios más bajos que los del acuerdo vigentes en otras bocas de expendio.
En total, el acuerdo contempla un volumen inicial para mayo de más de 8 millones de kilos, pero se podrá aumentar en función de la evolución de las ventas. De la iniciativa participan el consorcio de exportadores ABC, las cámaras CADIF, FIFRA, UNICA y los supermercados agrupados en ASU.
En tanto, un Mercado Federal Ambulante ofrecerá alimentos frescos a precios accesibles y sin intermediarios entre un 30 y un 40 por ciento más bajos respecto de los comercios minoristas. Una flota de camiones recorrerá semanalmente distritos del AMBA, para luego extenderse al resto del país, vendiendo bolsones de frutas y verduras además de otros productos frescos, como lácteos y carnes. Los bolsones de 5 kilos de hortalizas tendrán un valor de 140 pesos, los de vegetales de 260 pesos y los de frutas costarán 290 pesos.
Kulfas además adelantó que hay “un acuerdo que está en proceso junto con diferentes grandes empresas del sector alimenticio nucleadas en la COPAL” para lograr “una canasta de 120 productos básicos de consumo que cubra la globalidad del mercado de consumo donde el precio sugerido va a estar impreso en el paquete y va a tener una vigencia de 180 días para darle más certidumbre y evitar esa volatilidad y especulación que a veces se produce con los precios”.
El ministro sostuvo que “la economía tiene un proceso de recuperación en los sectores productivos, una recuperación heterogénea porque hay sectores muy golpeados por la pandemia, pero la industria y la construcción están mostrando un crecimiento muy importante con respecto a 2019, con crecimiento del empleo industrial y en la construcción”.
En el acto también expusieron integrantes del Consejo: Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo; Carmelo Gallardo, representante de FAO en la Argentina; monseñor Carlos Tissera, presidente de Cáritas; Osvaldo Carnival, representante de ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina), y Esteban “Gringo” Castro, secretario General de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular).
El Consejo Federal Argentina contra el Hambre está integrado por representantes de universidades, sindicatos, empresas, iglesias y organizaciones sociales, y tiene como objetivo buscar respuestas para mejorar la calidad nutricional e impulsar la producción de alimentos, para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de toda la población con especial atención en los sectores de mayor vulnerabilidad económica y social.
Desde su puesta en marcha, el Estado nacional destinó 121.600 millones de pesos para las distintas políticas impulsadas por el Consejo con tres ejes: cobertura, buscando que la familia vuelva a comer en el hogar; producción de alimentos, haciendo foco en favorecer la agricultura familiar y las ferias, y la calidad nutricional, incentivando la compra con la tarjeta Alimentar de leche, carnes, frutas y verduras.