Con una previa extremadamente accidentada, el Rojo empató 2 a 2 con Bahía en un partido cambiante, donde se pudo poner 2 a 0 arriba en el marcador, pero en el tramo final se lo empataron y lo pudo haber perdido de no ser por un penal que contuvo Sebastián Sosa. Para Independiente marcaron Jonathan Herrera y Alan Velasco, ambos de penal.
La estadía del Rojo en Bahía no auguraba lo mejor. Una llegada accidentada en la cual ocho jugadores y tres integrantes del cuerpo técnico se tuvieron que volver a Buenos Aires. En el medio maltrato de las autoridades brasileñas que con la excusa de unos test de PCR diezmaron al plantel.
Con un equipo con bajas de jugadores titulares importantes, Silvio Romero y Chaco Insaurralde, y de otros de recambio, terminó haciendo un buen partido. Bronca porque lo pudo ganar tras ir 2 a 0 arriba. Satisfacción porque con la previa vivida y con ese penal agónico que contuvo Sosa se trajo un empate muy valioso que lo deja puntero del grupo. Solo clasifica el primero a la siguiente ronda del certamen.
Independiente, hoy dirigido por Cesar Velázquez, jugó ordenado, con una entrega irreprochable desde la actitud. No le sobró volumen de juego, pero le alcanzó para algunas aproximaciones que terminaron en dos penales claros, con bastante de torpeza de los jugadores brasileños.
El primer penal fue a Alan Velasco, de buen partido, que canjeó por gol Jonathan Herrera. El siguiente se lo cometieron al Chaco Martínez, en esta ocasión facturó Velasco.
Ahí reaccionó el conjunto brasileño que se acercó al arco del Rojo más por empuje que por luminarias. Sosa, la figura de la noche, contuvo varias ocasiones claras, pero tras una enorme atajada el rebote le quedó a Thaciano que descontó.
A los 37´del complemento Otavio concretó el 2 a 2 y apenas un minutos después el conjunto brasileño tuvo una chance inmejorable de ganarlo. Tobar sancionó otro penal que Sosa finalmente contuvo. Otro más del uruguayo que desde que llegó a Independiente apareció en momentos claves.
El empate termina siendo un buen resultado por todo lo descripto. Ahora tiene dos desafíos por delante Independiente, el primero clasificar a la zona campeonato de la Copa de la Superliga. El otro afirmarse en la segunda ronda del grupo en la Sudamericana.
El equipo no termina de convencer, pero la esperanza es lo último que se pierde.