Con una protesta que arrancó el martes al mediodía, un grupo de manifestantes de una organización llamada La Nueva Alternativa, mantuvieron un corte total en ambos sentidos en el acceso del Puente Pueyrredón, en reclamo de alimentos para 15 comedores y salario para las 300 personas que allí trabajan en el marco del Programa Potenciar Trabajo.
La medida de los manifestantes, que duró 20 horas de bloqueo, generó demoras graves en la circulación del puente, tanto para ingresar desde Avellaneda como la salida en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, lo que obligó a los automovilistas a tomar rutas alternativas, como el acceso del viejo Puente Nicolás Avellaneda y el Victorino de la Plaza.
«Estamos acá por la falta de responsabilidad del Estado en torno a la generación de trabajo. Solo queremos laburar», sostuvo Damián Ávila, referente de la organización, a Radio Gráfica.
Versiones periodísticas hablaban de que esa organización era un desprendimiento de la Tupac Amaru que tiene como referenta a Milagro Sala, pero desmintieron totalmente conocer a los integrantes de esa organización.
¿Cómo es posible que una organización desconocida, con apenas un par de decenas de militantes, corte 24 horas una arteria estratégica como es el Puente Pueyrredón? Por lo menos, extraño.
En los múltiples cortes que se realizan sobre el puente, se suele cortar una mano y es por algunas horas (pico, generalmente) para luego liberarlo. Por eso llamó la atención una situación que se extendió más de lo común.
Hemos recorrido la zona y, a diferencia de otras ocasiones, también se vio muy poca presencia policial, como si hubiera una orden de dejar hacer.