Reapareció Cecilio Domínguez lanzando munición gruesa contra Independiente y su dirigencia. La repercusión que no logró por sus rendimientos deportivos la está teniendo por sus declaraciones.
«Estoy mucho mejor que lo que viví en Argentina, en Independiente, sin dudas. Creo que cualquier lugar es mejor que estar en el momento que estuve en Independiente. Más allá de la gente, que tiene toda la razón de opinar, silbar o apoyar, dirigencialmente fue lamentable estar ahí», disparó el jugador paraguayo.
«Nunca tuve trato con la dirigencia. Todo el mundo habla de la compra más cara, pero después deja mucho que desear el no estar ahí en el momento, de no cumplir con los jugadores, faltar a su palabra, muchas cosas. No le cumplieron a nadie. Desde que llegué hasta que me fui, la verdad que fue lamentable», agregó.
Un poco de historia. Después de una larga negociación, Cecilio Domínguez llegó a Independiente para el primer semestre de 2019, siendo la compra más cara en la historia del club. Pagó (o prometió pagar) al América de México más de 6 millones de dólares por el 75% del pase. Una de las incorporaciones caras (que no rindieron) del período de Ariel Holan como entrenador.
Al comienzo generó expectativas, con velocidad y desequilibrio por la banda izquierda e inclusive algún gol. Parecía el reemplazo necesario que el Rojo necesitaba tras la partida de Ezequiel Barco, al que no había logrado encontrarle sustituto con las adquisiciones de Jonatan Menéndez y Brian Romero. Fue una ilusión óptica.
Rápidamente los rendimientos de Domínguez fueron erráticos, como los del equipo. A favor de él, no fue una excepción, tuvo un movimiento acompasado al del resto del plantel. La llegada de Beccacece no cambió la ecuación, mejor dicho empeoró. Ni siquiera era titular, alternaba entre partido y partido en los cuales esperar un desborde, ganar un mano a mano, era tan ocasional como los buenos partidos del equipo en ese tramo.
En ese contexto, la paciencia de los hinchas fue tomando temperatura con los dirigentes y el plantel. Incorporaciones millonarias que no rindieron, equipos erráticos, eliminaciones tempranas de la Copa Sudamericana y Copa Argentina y lejos en la lucha del torneo local. Demasiado. Y Cecilio había sido la compra más cara.
La ruptura definitiva de la relación entre la hinchada y Cecilio Domínguez tiene una fecha precisa: 9 de febrero de 2020. El día del fatídica derrota de Independiente en el clásico ante Racing en el Cilindro con dos jugadores más. Ese día Cecilio caminó la cancha y sobre el final se hizo expulsar. Dentro de las críticas que hubo para todo el equipo, el paraguayo lideró el ranking.
Punto y aparte, los dardos de Domínguez son para la dirigencia. La sucesión de cruces entre jugadores y los Moyano fue un constante en el último tiempo. En muchos clubes hay y hubo incumplimientos, pero en Independiente hay un plus. Las cosas siempre son un poco peor. ¿Pueden ser ciertos medios que aprovechan para pegarle a los Moyano? Puede ser una parte de la respuesta, pero hay algo más que no cierra. Campaña, Silva, Cecilio y otros más se fueron derribando cualquier puente de retorno.
Independiente, desde hace mucho, es un club difícil, que acumula décadas de frustración deportiva e institucional, donde la paciencia se agotó, donde el dolor de ya no ser pesa cada año un poco más. En el último tiempo, tuvo la oportunidad de pegar el salto tras la conquista de la Sudamericana 2017, acompañado de una mejora institucional que tuvo el club desde el desembarco de los Moyano. Pero desde 2018 para acá se acumularon errores, entre ellos haberle dado un cheque en blanco a Holan con una onerosa consecuencia. Compras millonarias sin resultado, jugadores que rendían y el Técnico decidió que no continuaran. La Comisión Directiva no es ajena a las responsabilidades.
El panorama se volvió a enturbiar e Independiente necesita cambiar el clima. Primero aquietar las aguas, lograr un equipo competitivo, acertar con las incorporaciones en un presente de bolsillos flacos y dejar de cometer errores no forzados. ¿Podrá enderezar el rumbo del barco la actual dirigencia?
Volviendo a Cecilio, sus críticas suenan un poco a excusas también. Su paso por el club es un símbolo de este último período, una expectativa que se frustró. Una nueva frustración, una más en las muchas acumuladas en las últimas décadas.