Crecen las quejas por las demoras para atravesar el Puente Pueyrredón en horas pico. Respetando la cuarentena y con el pedido de minimizar el uso de transporte público, ¿habrá manera de aliviar el tránsito en ese punto estratégico?
En primer lugar una aclaración. Esta nota está en la antípodas de plantear la apertura de la cuarentena que han tenido un enorme valor para evitar muertes y escenas dolorosas en nuestro país. Hay un gran trabajo del Gobierno nacional, provincias y municipios. Aclarado esto vamos al punto.
Aquellos que desarrollan tareas esenciales y que tienen que ir a trabajar desde zona sur hacia la Ciudad de Buenos Aires o viceversa en hora pico se encuentran con largas colas de automóviles que fueron creciendo en número en los últimos días.
Subir al Puente Pueyrredón en hora pico, 8 de la mañana por ejemplo, se hace lento y a paso de hombre a partir de los controles policiales. Esos mismos que incansablemente registran los noticieros con poca imaginación.
Llegando al Puente la marcha se hace lenta, un embudo, que es cierto, sirve para detectar aquel que no está en condiciones de circular, pero que también demora a aquellos que sí desarrollan las tareas esenciales.
Lo dijo el Presidente Alberto Fernández y lo repiten sus ministros: El principal problema para la reapertura general de la economía es la aglomeración de pasajeros en el transporte público. Allí el riesgo de contagio se multiplica, al contrario de los puestos de trabajo donde se pueden armar protocolos que eviten la propagación del temido Covid-19.
El punto es que si la recomendación, dentro de la apertura gradual de la cuarentena, es evitar la utilización masiva del transporte público sería importante revisar las largas colas en el Puente y los tiempos de demora que generan. Si una de las opciones es que los trabajadores es que utilicen sus propios medios de transporte sería muy positivo alivianar esos tiempos de espera. Porque además convengamos, hoy en día el control ya es bastante más flexible que al comienzo. Con una breve explicación y el papel habilitante para circular el conductor atraviesa con lentitud, pero sin mayores problemas. Una gesto para facilitar una vida que se complicó en todos los niveles en los últimos dos meses.
Atención, esto no es para que los vivos que nunca faltan incumplan la aún vigente cuarentena. Es para aliviar a los que trabajan. Una humilde observación en estos tiempos de pandemia que nos alteró la vida a todos.
