Los bancos abrirán sus puertas desde el viernes próximo para atender el pago de jubilados y otros beneficios de seguridad social para aquellos casos que no cuenten con la tarjeta de débito. La medida se extenderá durante el lunes y martes siguiente como respuesta a la necesidad de proveer los ingresos a aquellas personas que no tienen la tarjeta de débito para poder extraer dinero de los cajeros o pagar por ese medio.
Las necesarias medidas de aislamiento social y extensión de la cuarentena por la pandemia de coronavirus va despertando en su aplicación una serie de inconvenientes. El cobro de los ingresos para la seguridad social de millones de argentinos es uno de ellos. Pese a que desde 2011 todas las cuentas deben contar con una tarjeta de débito, lo cierto es que en la práctica muchas personas no adquirieron el hábito de su utilización o han presentado problemas puntuales en estos días críticos.
Respecto a la medida, el secretario de Prensa de la Asociación Bancaria, Eduardo Berrozpe manifestó, “con ciertas condiciones vamos a comenzar a atender a partir del día viernes exclusivamente a las personas que no tengan capacidad para cobrar de otra manera”.
“Esto exige responsabilidad social, que no se produzcan aglomeraciones con largas colas donde no se respetan las distancias mínimas. También que haya una comprensión de que muchos locales bancarios no tienen la dimensión para respetar esas distancias», añadió.
«Otras de las exigencias que realizamos es que haya seguridad pública que garanticen el distanciamiento y evitar disturbios que ha habido en determinados lugares, sobre todo en el Gran Buenos Aires”, detalló el dirigente bancario.
“Es necesario darle prioridad a aquellos que no tienen tarjetas de débito y que las entidades las emitan rápido en esos casos”, subrayó.
Por otro lado, también reclamó la reprogramación del pago de AUH que comienza el viernes y alcanza a 2,4 millones de personas. Apuntó a que las instalaciones de las entidades bancarias no están preparadas para recibir una magnitud de público considerable. “No están distribuidos adecuadamente para evitar las aglomeraciones y evitar los contagios”, señaló.
Sobre ese punto, Berrozpe recordó la importancia del sistema financiero como servicio público. “Lamentablemente esto cae en un momento donde el sistema financiero no está orientado como servicio público como debería estar. Es algo que sucede desde medidas que tomó (José) Martínez de Hoz (Ministro de Economía 1976-1981), que está orientado más a servicios comerciales. Por eso, por más buena voluntad que exista, es muy difícil atender. Los lugares no están preparados para recibir una cantidad considerable de personas”.