El Transbordador Nicolás Avellaneda volverá a funcionar al público para unir La Boca y la Isla Maciel durante los fines de semana y feriados, anunciaron hoy el titular de Acumar (Autoridad de Cuenca Matanza Riacuelo), Martín Sabbatella y el de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta.
Un símbolo de La Boca y la Isla Maciel, una fotografía emblemática de la zona sur. Volverá a funcionar el transbordador Nicolás Avellaneda que une la Isla Maciel con la Boca. Con su reactivación, que se concretará tras un período de pruebas, transportará vecinos, vecinas y turistas entre ambas orillas, recuperando así un paseo histórico de la zona y revalorizando el patrimonio de la Cuenca Matanza Riachuelo.
Sabbatella y Arrieta recorrieron las instalaciones del puente transbordador que fue desactivado y puesto en desuso en 1960, y que desde el 2011 Acumar y Vialidad se ocuparon de recuperar y poner en valor para finalmente lograr su funcionamiento en 2017.
Ambos funcionarios evaluaron las condiciones en las que se encuentran hoy el puente y coincidieron en la importancia que significará que el transbordador vuelva a funcionar operado por Vialidad Nacional.
“Reactivar el funcionamiento del Transbordador es muy importante porque permitirá rescatar su potencial social, turístico, histórico y cultural dentro de la Cuenca, y tiene un rol fundamental en la tarea de integrar la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Va a ser operado por trabajadores y trabajadoras de Vialidad Nacional que tienen una fuerte historia de compromiso y arraigo”, indicó Sabbatella.
Por su parte Arrieta dijo: “Sin dudas, este transbordador tiene un valor simbólico y funcional para los vecinos del barrio de La Boca e Isla Maciel, del partido de Avellaneda. Por ello, desde Vialidad Nacional, vamos a evaluar la posibilidad de lograr su correcta operación para poder así activarlo en el corto plazo”.
Restauración del transbordador
En 2011, por orden de la Justicia, Acumar y Vialidad comenzaron a restaurar el transbordador, uno de los 8 que quedan en pie en todo el mundo, como parte de la recuperación del río y su entorno, y por su valor como testimonio de la historia industrial de la zona.
Los trabajos incluyeron la puesta a punto del mecanismo original, con su bobina donde se enrolla un cable de acero, además del tratamiento de la estructura de hierro mediante el arenado y la aplicación de pintura.
Su estructura posee una canasta colgante que se desliza para hacer el cruce sobre el río impulsado por un mecanismo que, en otros tiempos, transportaba carros con caballos, camiones y hasta tranvías, además de pasajeros a pie, mediante una tecnología fabricada en Inglaterra y traída por partes en barco hasta Buenos Aires, donde se la ensambló, y que se mantuvo en funcionamiento hasta 1960, cuando el mecanismo se descompuso y ya no volvió a funcionar.
Desde su inauguración, en 1914, el Transbordador se convirtió en un punto de referencia para el paisaje del río y su zona portuaria, por su contorno elevado sobre las casas a su alrededor, retratado por pintores, fotografiado y utilizado como escenario para numerosas películas, hasta volverse parte de la memoria visual de la ciudad.