El comienzo de temporada de Independiente lejos está de las expectativas que se habían generado en torno a la llegada de Sebastián Beccacece y las incorporaciones que realizó. Quedó eliminado tempranamente en la Copa Sudamericana, navega de mitad de tabla para abajo en el torneo local con un rendimiento preocupante.
Los silbidos con los que los hinchas despidieron al equipo tras el empate con Lanús son un síntoma del malestar que hoy envuelve a los hinchas con el funcionamiento del equipo. Beccacece arribó a Avellaneda alimentando expectativas de recuperar a un Independiente protagonista, intenso y agresivo en ataque, de retomar los buenos momentos del ciclo Holan.
El saldo hasta el momento está en negativo: eliminado con un limitado Independiente del Valle en los cuartos de final de la Copa Sudamericana y con siete puntos sobre quince en juego en la Superliga. A ello sumó una ajustadísima clasificación en la Copa Argentina ante los suplentes de Patronato.
Una constante del hasta ahora corto ciclo de Beccacece ha sido el desorden defensivo, la falta de profundidad y presencia en el área rival, además de actuaciones individuales en niveles por debajo de lo esperado.
Ha recibido goles en prácticamente todos los partidos, siempre dando una sensación de fragilidad defensiva a lo que sumó repetidos errores individuales. Hasta ahora Barbosa es el más apuntado por los hinchas, pero lo cierto es que no es el único, aunque también es cierto que ha tenido pifies y una falta de timming muy notoria hasta el momento.
La generación de juego es otra deuda. No es fluido ni dinámico, mayormente previsible y sin ningún referente de área. Le faltan jugadores determinantes en los último metros y que lo colectivo apoye en la sorpresa en ataque.
Llama la atención la baja notoria de rendimiento en algunos jugadores hasta hace poco tiempo titulares indiscutibles. Alan Franco, Martín Benítez y Cecilio Domínguez son algunos de ellos. Hasta ahora aprueban Pablo Pérez (inexplicablemente marginado por Beccacece en los primeros partidos), Sánchez Miño, Lucas Romero mostró algunas cosas interesantes, Bustos levantó el nivel, pero el resto no despega.
Preocupa que Independiente haya gastado 15 millones de dólares en refuerzos, contratado un técnico cotizado, pero estar muy lejos, por ahora, del protagonismo que marca su historia y los millones de dólares gastados en los últimos mercado de pases.