Argentina venció 2 a 0 a Venezuela con goles de Lautaro Martínez y Giovani Lo Celso clasificando a la semifinal de la Copa América. Enfrentará a Brasil el martes a las 21:30 hs. en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
El equipo de Lionel Scaloni necesitaba una victoria de estas características. No porque el equipo haya jugado un partido brillante, pero sí porque mostró un crecimiento en el funcionamiento colectivo ganando en confianza, algo que escaseaba en el equipo argentino.
El balance general mostró a una Argentina que jugó mejor que Venezuela. Tuvo el dominio del partido por tramos más extensos y contundencia. Cuando le tocó defender lo hizo bien, lo mismo Armani mostrando seguridad en las jugadas que le tocó intervenir.
Argentina comenzó mejor el partido y tuvo un premio rápido a la vocación ofensiva. A los 9´convirtió Lautaro Martínez con una exquisita definición de taco tras un remate defectuoso del Kun Aguero. El ex Racing volvió a demostrar que no le pesa la camiseta siendo uno de los jugadores más destacados de la Selección. Peligroso, acertado para manejar la pelota, solidario al momento de recuperar la pelota.
El primer tramo fue de Argentina, dominando el terreno y la pelota, con opciones por las bandas con otros dos ex Racing, Rodrigo De Paul y el Huevo Acuña. Venezuela reaccionó sobre el final, pero sin profundidad.
En el complemento, obligado, la Vinotinto adelantó líneas manejando la pelota e inquietando aunque le faltaba chispa, creatividad, a los ataques. Argentina se dispuso a jugar de contrataque encontrando el gol de esa manera a los 28´con el ingresado Lo Celso lo que le dio la tranquilidad necesaria para atravesar los minutos finales sin mayores sobresaltos.
Dentro de los puntos positivos hay que destacar el crecimiento colectivo del equipo así como la consolidación de algunas individualidades que se han ganado un puesto como De Paul, Acuña y Lautaro Martínez. También mejoró en su rendimiento Leandro Paredes, inteligente para jugar la pelota, para filtrar pases y tener una salida prolija. Otro aspecto positivo es la seguridad que transmitió Armani, también en crecimiento.
Se viene el próximo martes el partido más difícil de todos: Brasil. Local, con jerarquía individual y necesidad de ganar de despejar esa afrenta histórica que sufrió en su propia tierra ante Alemania en el Mundial 2014. Será un partido complicadísimo porque Brasil tiene mucho talento y con espacios puede pintarle la cara a cualquier equipo. Le falta ese jugador determinante en el área rival que perdió con la lesión de Neymar, pero aún así es temible.
Próximo martes desde las 21:30 hs. es el horario para un cruce de los más atractivos a nivel global en el mundo del fútbol. Lo esperamos con ansías, con respeto y no siendo los favoritos, pero como se dice habitualmente en el mundo del fútbol: los partidos hay que jugarlos.
LEONARDO MARTÍN
