Pese al acuerdo por un aumento escalonado de $ 500 en los planes hasta llegar a los $ 6.000 en diciembre, algunos dirigentes lo consideraron insuficiente y anunciaron la medida para la próxima semana.
El gobierno firmó una tregua con las organizaciones sociales con un aumento escalonado de $500 en los planes hasta llegar a los $6000 en diciembre próximo y la promesa de aumentar los cupos en los comedores y merenderos. Sin embargo, algunos de los dirigentes sociales consideraron insuficiente la propuesta y anunciaron que realizarán la semana próxima ollas populares frente a los supermercados.
La reunión tuvo lugar este miércoles al mediodía en la sede de Desarrollo Social, en avenida 9 de Julio y Belgrano, y la ministra Carolina Stanley estuvo rodeada del secretario Carlos Pedrini y otros colaboradores y frente a la mesa se sentaron Esteban «Gringo» Castro (CTEP), Juan Carlos Alderete (CCC), Marianela Navarro (Frente de Organizaciones en Lucha), entre otros dirigentes.
Pese a la tensión con la Iglesia por el debate por el aborto, hubo acompañamiento eclesiástico: estuvieron Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno, y el sacerdote Marcelo Mangiotti, cercano al titular de la Pastoral Social monseñor Lugones, ambos cercanos a los grupos de desocupados.
A la salida del encuentro, ambas partes dejaron en claro que nunca estuvo en discusión el pago de un bono de $3 mil pero que sí se acordó aumentar los montos de los planes sociales de quienes antes revestían en Argentina Trabaja y hoy, por ejemplo, en programas como Hacemos Futuro.
«Lo único que se habló de plata fue aumentar los planes de empleo para llegar a 6 mil en diciembre en tres etapas de 500 pesos, que hay que terminar de detallar», explicaron en la cartera conducida por Stanley.
Algunas organizaciones aceptaron de mala gana el ofrecimiento mientras que otras lo rechazaron. «La semana que viene vamos a ir a la puerta de los supermercados», avisó Marianela Navarro, de FOL, que consideró la propuesta como una «nula respuesta» y anunció que el jueves 12 de julio realizarán ollas y cortes frente a los supermercados de todo el país para exigir aumentos, más empleos y la declaración de la emergencia alimentaria.
En el gobierno sostienen que nunca cortaron el diálogo pese a las tensiones con los denominados grupos de trabajadores de la economía social. «Tanto Carolina como otros funcionarios charlan permanentemente y han mantenido reuniones previas. Ahora se avanzará en un refuerzo alimentario tanto en comedores y merenderos de todas las provincias», informó un vocero gubernamental consultado.
En la reunión se acordó actualizar los programas sociales -cuyos ingresos no se modifican desde diciembre pasado- previo a la convocatoria del Salario Mínimo Vital y Móvil, se presume, para agosto próximo. Es que los beneficiarios cobran por participar en cada uno de los emprendimientos el salario social complementario (SSC), hoy en $4.750, ya que se calcula como la mitad de un sueldo mínimo en el ámbito privado.
Vocación acuerdista
Con vocación acuerdista, la fuente agregó que «con respecto a las 5 leyes que piden (las organizaciones), vamos a realizar una mesa de trabajo».
Por su parte, el «Gringo» Castro dio su visión sobre la reunión. «El acuerdo no está mal pero no resuelve porque es asistencia y lo que está mal es el modelo económico. Con el FMI, la suba del dólar y de las tarifas, de los precios de los alimentos, como ejemplo. Es mejor que nada pero no hay perspectiva que haya más trabajo genuino», explicó en diálogo con este diario.
El dirigente dijo que el SSC pasará de $4.750 a $5.500 en agosto, $5.750 en octubre y $6.000 en diciembre, que significa un alza del 26% frente a una inflación proyectada en un 30% luego de la corrida cambiaria y la consecuente devaluación del peso.
En este contexto, Castro insistió en que «buscamos recomponer por fuera del Consejo del Salario, que en agosto fijaría otro aumento del salario mínimo. Después va a haber un aumento de cupos y plata para los comedores».
No obstante, el dirigente habló de las discusiones pendientes. «Hay que discutir apertura de más programas para la gente se cae del sistema. Vamos a pedir un 50% más de lugares», adelantó. Sí se normalizaría en las próximas horas el paso desde Trabajo de «los compañeros que están en trabajo autogestionado» y pasaron a depender de la sede que tiene el rostro de Evita.
Por último, Castro disparó contra el publicitado programa Empalme, con el que el Ejecutivo buscó integrar a los beneficiarios de planes en trabajos formales. «Ese programa fue un fracaso total: si las empresas ahora no sólo no contratan sino que echan gente», concluyó.
Fuente: Diario Popular