El Indec reconoció una caída en la actividad económica. Lo hizo con datos de abril, que marcan una contracción del 2,7% con respecto a marzo, y del 0,9% en la medida interanual. El sector más afectado fue el de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que cayó un 30% interanual.
Entre las causas argumentadas por el INDEC, se ubican la sequía y la corrida cambiaria. Los datos tomaron por sorpresa a varios economistas: que la fuerte caída se haya registrado en abril, antes de la crisis cambiaria de mayo y junio, marcaría el preludio de una fuerte recesión. La misma ya fue admitida por los funcionarios más importantes del Gobierno nacional.
Por efecto de la sequía, la agricultura, ganadería, caza y silvicultura cayeron 30,8%, con una incidencia sobre el nivel general de casi cuatro puntos, que no alcanzó a ser compensada por la expansión que registraron la mayoría de las actividades relevadas por el ente estadístico.
Sobre 15 grandes ramas de actividad, el Indec registró en abril sólo tres sectores con variaciones negativas respecto del nivel del año previo: «Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales» 0,5%; «Transporte y Comunicaciones» 0,8%; y «Agricultura y ganadería» 30,8 por ciento.
Por el contrario, el resto de los 12 sectores cerraron el mes con incrementos de poco más del 10%, como los casos de Pesca y Construcción; seguidos por 9,4% de Intermediación Financiera; 5,9% Explotación de Minas y Canteras; 5,5% Comercio; Inmobiliarias y empresas de alquiler 5%; y de los 6 restantes se anotaron subas del 1,5% al 3,1; mientras que se estancó el PBI de la Administración Pública.