El anfitrión le dio una tremenda paliza al conjunto árabe. Fue un categórico 5-0 con gritos de Gazinsky, doblete de Cheryshev, Dzyuba y Golovin. Tremendo partido del local. El árbitro argentino Néstor Pitana dirigió las acciones del encuentro de la Copa del Mundo sin fisuras.
Llegó el día. La espera de cuatro años terminó. Desde las 12 hora argentina y televisado por la TV Pública y DirecTV, la pelota empezó a rodar en Rusia con el partido entre la selección local y Arabia Saudita en el Estadio Olímpico Luzhniki. Y inicio de la edición número veintiuno de las citas mundialistas fue más que entretenida.
Tras la bella ceremonia de inauguración del Mundial en el Olímpico Luzhniki de Moscú, el conjunto anfitrión salió motivado y decidido a pasar por encima a Arabia Saudita.
Y no le costó demasiado ponerse el trámite en el bolsillo porque a los 12 minutos, después de varias desatenciones defensivas, Gazinsky clavó el 1-0 para Rusia luego de un centro perfecto de Golovin. Con la tranquilidad que le dio la diferencia, el equipo que dirige Stanislav Cherchesov siguió manejando los hilos del encuentro inaugural con comodidad y sobre el final del primer acto, Denis Cheryshev estiró el resultado.
Con el 2-0 adentro, Rusia salió a jugar el complemento mucho más calmado. Ya no con ese vértigo que metió durante gran parte del primer tiempo, sino con tranquilidad para mover la pelota, buscar los espacios y seguir presionando al flojísimo fondo árabe, que fue una máquina de cometer errores.
A medida que fueron pasando los minutos, la Arabia Saudita de Juan Antonio Pizzi se fue quedando sin los pocos argumentos que tenía, mostró aún más debilidades, y los rusos sacaron su tajada.
Porque a los 26, en una jugada colectiva que nació desde un lateral, Artem Dzyuba puso el 3-0 para el anfitrión del Mundial. Más allá de tener el partido liquidado -no tanto por el resultado, sino por la actitud nula de Arabia Saudita-, Rusia no sacó el pie del acelerador.
El local siguió tocando la pelota, con Golovin tirando magia, y sobre el final del encuentro, aparecieron más gritos: A los 47 minutos, Cherchesov convirtió el segundo de su cuenta y el 4-0 tras una asistencia de Golovin.
La historia parecía estar más que terminada; pero en la última bocha del encuentro, el conjunto anfitrión le dio el golpe de KO: A los 49, Golovin se hizo cargo de un tiro libre en la puerta del área y con una definición exquisita, marcó el aplastante 5-0.
Con la Copa del Mundo en casa, Rusia quiere superar por primera vez en la historia la fase de grupo luego de haber participado en tres mundiales (1994, 2002 y 2014), y ya dio el primer paso frente a Arabia Saudita. Ahora, el anfitrión enfrentará a Egipto.