Hugo Gimenez es el “canchero” del estadio Julio Humberto Grondona, el encargado desde hace 22 años de cuidar el campo de juego del estadio de Arsenal de Sarandí. El día a día, las anécdotas y las pasiones de un trabajo que cada semana también juega su partido.
En un mayo con mucha lluvia, varios partidos de la SuperLiga y el ascenso se vieron suspendidos; sin embargo, el campo de juego del viaducto recibió dos encuentros en menos de doce horas, primero a Aldosivi con Almagro por la final del Nacional «B», luego al local Arsenal con Central. El encargado del campo de juego, Hugo Giménez nos contó su trabajo para mantenerlo de la mejor manera: “Se trabajó mucho, eran partidos que no se podían suspender, así que cuando terminó el partido nos quedamos hasta tarde pasando el rolo, tapando los pozos y haciendo los trabajos para dejarla bien para el otro día”. La cercanía con el arroyo y el río, la hacen compleja a la hora del mantenimiento: “La napa está muy alta, no baja, la tierra está húmeda mucho tiempo y la cisterna está todo el tiempo sacando agua, pero por suerte la cancha drena mucho”.
Consultado por la posibilidad de que se jueguen los partidos de reserva y la primera, Giménez fue contundente: “Si, hasta hace dos años se jugaba sin problema y la cancha aguantaba, no sé por qué se cambió después. En casos de lluvia se puede tener consideración, porque la primera tiene prioridad”. Hugo también contó las zonas que más se deterioran: “Las puntas se gastan mucho, también el área grande y la zona del arquero. Ahí tenemos que volver a poner los panes de pasto, se siembra, arena y dejarlo parejo sin ondulaciones”
Los directores técnicos también tiene su intervención a la hora del diseño del pasto: “Se corta tres veces por semana, se habla con el técnico para saber qué altura quiere, para hacerla más rápida, con el pasto más largo o corto según la táctica que quiere usar”.
Arsenal no suele tener actividad de recitales en su estadio, pero en el último tiempo recibió en cambio un acto de campaña política con Cristina Kirchner, que lleno el estadio de público. Giménez la vivió de esta manera: “La cancha quedó bastante bien, aguantó, con suciedad pero bien. No quise verla en ese momento porque sufro, sufro mucho. Me fuí y volví al otro día. Cada vez que hay un evento, y pisan la cancha, sufro mucho porque este es mi laburo. Me duele cuando hay Copa Argentina y la rompe otro equipo que no es Arsenal”.
El 18 de mayo de 2002, Arsenal lograba el ascenso a primera enfrentando a Gimnasia de Concepción del Uruguay. Así lo recuerda: “Esa semana llovió muchísimo, y ese partido fue terrible, se jugó con lluvia y la cancha quedó hecha un potrero, era en la cancha vieja”. Las aves también tienen su lugar en el estadio de Arsenal: “Tengo teros que hacen sus nidos, ponen sus huevos, o a veces se meten en la cancha a comer. En un partido con San Lorenzo un jugador les tiró un pelotazo a dos teros que con sus crías se metieron a comer, y me metí a sacarlos y a ponerlos del otro lado de los carteles. Las palomas también aparecen, suelen llegar cuando se siembra”.
Futbolero, Hugo Giménez también analiza el presente del equipo de Viaducto luego del descenso: “Lo vivo mal, lo vivo triste, uno se acostumbró a los 16 años que estuvo en primera. Lo que costó subir, mantenerse, nunca nos olvidamos de dónde vinimos, del ascenso y todo lo que logró el club. Me acuerdo de ese partido con San Miguel por la permanencia, después comenzaron a llegar los jugadores y logramos el ascenso. Pero bueno, al menos de local, de nuestra parte, vamos a dejar la cancha impecable para que el equipo pueda volver a primera”.
Nota: Pedro Fernández