En la reunión de ayer no hubo acuerdo y así pasó la tercera audiencia en el Ministerio de Trabajo por la crisis en la que entró la empresa francesa Carrefour. Habrá un nuevo encuentro el martes.
«No hubo acuerdo», dijeron en la empresa ante la consulta de este medio. La reunión había comenzado a las 15. En el Gobierno indicaron que se llamó un cuarto intermedio para seguir debatiendo sobre el futuro de la firma y sus 19.000 trabajadores en el país. «Sigue la negociación mañana. Hay buen diálogo», destacaron.
La empresa presentó semanas atrás un proceso preventivo de crisis (PPC) para debatir su situación en medio de un estancamiento del consumo masivo en la Argentina, cambios de hábito de consumo, pero también frente a una informalidad de 60% en el sector, lo que implica una fuerte desventaja competitiva teniendo en cuenta la elevada presión fiscal del país.
Por otro lado, Carrefour arrancó a comienzos de este año una importante reestructuración de su negocio a nivel mundial, que implica ajustes, cierres de locales, transformaciones de hipermercados en mayoristas y una apuesta a sus servicios de venta digitales. En la sede en la Argentina fueron desplazados el presidente y varios directivos. Sin embargo, fuentes locales de la empresa despegan el cambio global de los problemas locales de la firma.
En la mesa de negociaciones la compañía sostuvo varias veces que por la caída de ventas y el aumento de los costos operativos (por tarifas de electricidad), no puede sostener la estructura de negocios como la actual con 605 locales y 19.000 empleados directos.
La firma tiene en veintidós provincias siete maximercados, 79 hipermercados, 126 markets y 398 sucursales de venta express.
«Nosotros decimos que no va a haber ningún despido», dijo la semana pasada Armando Cavalieri, secretario general del gremio de Comercio. «Ahora, la empresa dice que al que se quiera ir voluntariamente le pagará el 150% de la indemnización y que se quiere ahorrar mil salarios. Vamos a seguir negociando eso y otras cosas», acotó entonces.