Los máximos directivos de Carrefour y la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) negociaron a contrarreloj la salida «menos costosa» para mantener a flote la cadena de supermercados francesa en la Argentina.
Fuentes vinculadas a la negociación, tras la presentación, apertura y notificación formal del Proceso Preventivo de Crisis (PPC) en el Ministerio de Trabajo, los empresarios y gremialistas mantuvieron un encuentro reservado este martes por la tarde donde delinearon un acuerdo «amigable». Luego, los detalles fueron trasladados a funcionarios de Jorge Triaca, quien avalará lo acordado con la homologación del pacto.
El CEO en Argentina de la multinacional, Rami Baitiéh, y el líder del gremio de Comercio, Armando Cavalieri, sellaron este martes un acuerdo en el marco del Proceso Preventivo de Crisis para mantener la actividad en la cadena de supermercados.
El acuerdo incluyó «esfuerzos» compartidos. En principio no serían 2.700 ni 2.500 los puestos de trabajo alcanzados por el ajuste. En total, a lo largo y ancho del país, se desvinculará a 1.000 personas de Carrefour. Esa es la cifra «real» que exigieron los franceses para balancear los números rojos. La mayoría se irá con retiros voluntarios de entre 110% y 150%, destinados a los de mayor antigüedad. «Será para los que tienen en promedio más de 15 años, se van a ir con buena plata en el bolsillo», aseguran los gestores del acuerdo. Otro tanto dejará la compañía con jubilaciones anticipadas.
Otro punto de discusión fue el cierre de sucursales. Carrefour posee unos 610 locales en 22 provincias. Al 31 de diciembre de 2016, se contabilizaban 7 maxis, 79 hipermercados, 126 markets y 398 express. Las únicas bocas de expendio que bajarán sus persianas serán las instaladas en establecimientos que se alquilan, aunque son los menos. Los europeos ya le avisaron a Mauricio Macri que las nuevas tarifas de servicios públicos hacen casi inviable el negocio. Para justificarlo, apelan a las millonarias boletas de luz y gas para mantener el aire acondicionado o la calefacción en más de 669.000 metros cuadrados totales que ocupan las tiendas. En este punto, el Sindicato exigirá la reubicación de empleados sin local y que el «persianazo» no provoque una escalada gremial y social en las localidades del interior, donde trabajadores y clientes comparten la vida cotidiana y lazos familiares.
Cavalieri aceptó la reconversión de 16 hipermercados en tiendas mayoristas «Maxi». Esta iniciativa estaba contemplada en el plan de ajuste que el nuevo CEO de la firma, el francés Rami Baitieh, pensó para la Argentina. Diversos estudios evidencian un giro en las preferencias del consumidor: la consultora Kantar Worldpanel reveló que en 2017 el canal mayorista incorporó 500.000 clientes nuevos y sigue en ascenso. La otra pata de la reconversión apunta a incrementar las ventas de productos propios y a mejorar los canales de venta on line. Fuera de las negociaciones se habla de una posible sociedad comercial entre Amazon y la cadena azul y roja para operar en el país.
La posición del gremio es «no aceptar despidos ni rebajas salariales». Sin embargo, los extranjeros podrían reclamar una disminución del «salario diferencial» que perciben los mercantiles en Carrefour. Se trata de un porcentaje extra por encima de la paritaria que cierra Comercio para todo el año, que puede llegar hasta el 20% de un sueldo básico. «El 15% de la paritaria es un piso, pero por empresa se puede negociar algo más y esto aumenta los costos», admiten en los dos frentes. Una posibilidad es plantear un cronograma de reducción gradual del «salario diferencial». Los sindicalistas lo rechazarán: bajar salarios implica menos aportes sindicales y mayor conflictividad.
Informe: ambito.com